Pasos

• Lo primero que debemos hacer es llevar nuestras claras a punto de nieve, para ello no vamos a tener más remedio que usar un batidor electrico de varillas (a no ser que seáis capaces de montarlas a mano con lo que os habéis convertido en mis personas más admiradas). Cuando ya estén bastante montadas pero aún no completamente firmes incorporaremos la cucharadita de blue spirulina para darle color y un poco de esencia de vainilla. Sabremos que están montadas porque las claras se quedan dentro de las varillas y se forman el típico pico duro al batir.
  
• En un recipiente a parte habremos mezclado bien nuestra harina de almendras y el azúcar de coco y desharemos bien los grumos con ayuda de un tenedor. Para obtener mejor resultado podemos tamizar varias veces la mezcla (yo os lo recomiendo).
• Introducimos la mitad de nuestra mezcla de harina y azúcar a las claras y, con ayuda de una espátula iniciaremos le macaronage, es decir integrar los dos elementos sin perder cremosidad en la masa. Realizamos movimientos envolventes hasta que esta primera mitad esté integrada (no os preocupéis si la masa baja un poco) y entonces añadimos la segunda parte de las almendras y azúcar y volvemos a mezclar.
  Es importante que no mezcléis mucho porque si no se aguará la mezcla y no funcionará, mezclad justo para que toda la masa parezca uniforme y al pasar la espátula la textura siga siendo espesa.
  
• Con ayuda de una manga pastelera y una boquilla normal iremos poniendo nuestra mezcla sobre un papel de horneado. Normalmente se usa un tapete para macarons (abajo os dejo el enlace de uno) pero yo usé un aro de emplatar pequeño para ir haciendo todas las formas iguales.
• Ahora debemos dejar reposar la masa y aqui viene otra parte importante de la elaboración de los macarons… ¿cuánto he de dejarla reposar? pues depende, tiene que formarse por encima de la masa una capa más seca, como una costra lisa y eso puede pasar en media hora o cinco, todo depende del ambiente, en mi caso, con la temperatura actual y en Madrid tardaron 2 horas y 20 minutos en tener el aspecto adecuado.
• Precalentamos el horno a 150 grados y horneamos nuestros macarons durante unos 15 minutos, pero no les quitéis el ojo de encima, pasan de estar firmes a quemarse en un suspiro, os lo digo por experiencia.
  
• Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente antes de manipular.