Pastel de chocoplátano relleno de lemon curd de jengibre

Nuria Pons 

El primer contacto algo significativo de la pequeña de la casa con la Navidad fue el año pasado. Aún no entendía nada del sentido de la celebración, pero le gustaban las luces, las figuritas que la abuela paterna había puesto en casa y descubrió que, al poner sus zapatos debajo del árbol de casa de mis padres, al despertar tenía regalos… El mayor problema fue convencerla de que solamente era una vez al año, porque esa misma noche quería volverlos a poner. El chollazo de los juguetes había que explotarlo al máximo.

Este año ya comprende algo más. Creo que no sabe el sentido de lo que ve (va a un colegio laico y no sé si les están hablando del Belén y del niño Jesús), pero tiene muy claro que en todo este follón de luces bonitas, árboles decorados y canciones alegres, le espera un viaje con los abuelos maternos, unos días de vacaciones, mucha comida de la rica y sobre todo regalos.

El papá y yo tenemos muy claro que el derroche navideño no se puede permitir. Estamos criando a niños que lo tienen todo y que ya nada les ilusiona. Piden, piden, piden y luego los padres acumulan cajas de juegos que un día estuvieron de moda en los armarios del salón. En casa podemos pedir un regalo para ella y un regalo para su niño apadrinado, y con eso vamos a estar muy contentos todos. El mayor problema es convencer a todo el mundo de que cumplan las mismas premisas. Las abuelas suelen sufrir cierto descontrol consumista en estas fechas.

A todo esto, yo estoy ya empezando a pensar mis menús de Navidad. El año pasado, los que ya me seguíais por Instagram lo sabréis, me intoxiqué el día de Nochebuena (yo solita, no necesité ayuda de nadie que para torpe me valgo y me sobro) y ya arrastré mal cuerpo el resto de los días de celebración. Este año quiero ir con pies de plomo y, aunque para mí el exceso de comidas no iba antes y menos va ahora, voy a preparar algunas recetas para que pequéis lo menos posible en estas fechas.

En cualquier caso, que no sean fechas de excesos, pero tampoco vayáis a perderos reuniones sociales. Siempre os digo que todo puede adaptarse y no debemos ser unos ermitaños y cerrarnos al devenir del mundo. Hay tantas opciones para disfrutar de estas fechas que no tenéis porque saltaros ningún evento sino queréis. Otra cosa es que que la Navidad os sobrepase y decidáis escapar a un paraíso tropical a tomar coco y piña. Yo creo que también lo haría.

Al grano, empezamos nuestra recopilación de recetas para esta Navidad, y, como no podía ser de otra manera, lo hacemos con un pastel.

La primera vez que lo hice, lo rellené de frambuesa, pero eso no era navideño en absoluto, así que decidí hacer un lemon curd de jengibre que está mucho más acorde con estas fechas. Sé que es una receta algo especial porque el sabor del jengibre no es apto para todos los paladares, pero podéis usar el mismo relleno sin ese ingrediente o un relleno diferente, ya sabéis que la imaginación en la cocina es vuestra mejor arma.

Me encantará ver vuestras creaciones.

Pastel de chocoplátano relleno de lemon curd de jengibre

Cocina: NavideñaDificultad: Media

Ingredientes

  • Para el bizcocho
  • 3 plátanos macho maduros (medianos)

  • 2 cucharadas de miel

  • 2 claras de huevo y 1 huevo

  • 2 cucharadas de harina de almendras

  • 1 sobre de levadura seca de panadero sin gluten

  • 1 tableta de chocolate negro para postres (85%)

  • 1 cucharadita de ghee

  • Para el lemon curd
  • 3 huevos enteros

  • 1/2 vaso de zumo de limón

  • 6 cucharadas soperas de aceite de coco

  • 1/2 cucharilla de café de cáscara de limón rallada

  • 1 cucharada de miel

  • 1 cucharadita de Jengibre rayado

Pasos

  • Precalentamos el horno a 170 grados.
  • Ponemos en el vaso de la batidora todos los ingredientes del bizcocho exceptuando el ghee y la tableta de chocolate y batimos hasta obtener una masa homogénea. Añadimos tres onzas de chocolate y volvemos a batir un poco más para romper el chocolate en pequeños trocitos.
  • Untamos un molde con el ghee y vertemos la masa. Golpeamos el molde un par de veces para eliminar cualquier vestigio de aire que se haya podido quedar y metemos en el horno.
  • Horneamos a 170 grados durante media hora (este bizcocho ha de quedar más seco que los que solemos hacer, al pinchar con un palillo debe salir completamente límpio). Sacamos y dejamos enfriar.
  • Mientras tanto vamos a preparar nuestro lemon curd de jengibre. Para ello ponemos todos los ingredientes en un vaso de batidora, batimos bien y volcamos en una olla.
  • Ponemos al fuego (medio) y vamos removiendo firmemente mientras espesa (a los pocos minutos empieza a formar grumos, es importante que no dejéis de remover en ningún momento). Una vez adquiere una textura cremosa retiramos y dejamos enfriar.
  • Abrimos por la mitad nuestro bizcocho y rellenamos con el lemon curd. Ponemos bastante cantidad y limpiamos los bordes.
  • Fundimos en el microondas el chocolate negro hasta que tenga una consistencia líquida y lo vertemos encima de nuestro pastel hasta cubrirlo entero.
  • Para decorar frutas rojas, frutos secos, incluso fruta deshidratada. ¡Imaginación al poder!

Consejo de Nur

  • Otros rellenos: Como ya os digo yo lo rellené la primera vez de compota de frutos rojos y estaba muy bueno, pero también podéis hacer un mouse con un aguacate y chocolate negro, una crema de coco con la parte sólida de la leche de coco al punto de nieve y una cucharada de miel, con compota de naranja amarga o con dulce de leche paleo Hay tantas opciones que seguro que alguna os tiene que gustar, es solo cuestión de experimentar.
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