Ya se están acabando las vacaciones y con ellas el pequeño descontrol que hemos tenido en el blog. Esta semana tendréis entrada hoy miércoles, y el viernes con una receta sencilla. A partir de la semana que viene, volveremos con la dinámica habitual con entradas miércoles, viernes y domingos.
Como ya os he contado, voy a empezar una dieta cetogénica en Septiembre (el día 3) y, en un principio, mi objetivo es explicaros todos los viernes algo en relación a esta dieta: cómo realizarla; cambios fisiológicos que se producen; qué es la cetosis y por qué no hay que confundirla con cetoacidosis; qué objetivos busco; qué voy consiguiendo, etc. De esta manera, como cuando hice el whole30, tendréis de primera mano mis sensaciones con este tipo de alimentación. Quede claro que yo no busco en ningún caso una pérdida de peso, quiero ver si realmente estar en cetosis ayuda a mi rendimiento deportivo en largas distancias. El Dr. Álvaro Campillo, también mi amigo Santi pero como él es amigo le hago menos caso (¡love you babe!), me han convencido de que mi cuerpo rendirá mucho más para la maratón de Valencia si consigo “ketoadaptarme”. Veremos si llego al objetivo o me quedo por el camino. Fracasar sería no intentarlo.
Hoy vamos con la segunda y última receta por este verano (ya veremos en Navidades si volvemos) de la cocina de la mamma. En este caso vamos a explicaros como hacer las carrilleras de cerdo que publiqué el otro día en Instagram (¿no me sigues en Instagram? ¡¡¡pero no sabes lo que te estás perdiendo!!!).
Voy a hacer dos comentarios antes de publicar la receta:
- Con los mismos ingredientes que os voy a dar, podéis hacer la receta en una olla lenta. El tiempo son 8 horas en baja.
- Sí, la receta lleva un vaso de vino tinto, pero podéis substituirlo por un vaso de caldo concentrado de huesos más una cucharada de vinagre de vino tinto. Aunque he de decir que con el tiempo que está cocinando, el alcohol se evapora prácticamente en su totalidad.
¡¡¡Visto lo anterior vamos a ponernos los delantales, a recogernos el pelo, lavarnos las manos y… empezamos!!!
La cocina de la mamma: Carrilleras de cerdo estofadas
Plato: CarnesCocina: TradicionalDificultad: Baja4
porciones10
minutos1
hora30
minutosIngredientes
6 carrilleras de cerdo límpias
1/2 puerro
1 pimiento verde
4 zanahorias
1/2 cebolla
1 ajo
3 tomates
1 vaso de vino tinto
Sal
Pimienta
Aove
1 hoja de laurel
Agua
Pasos
- Salpimentamos las carrilleras y sellamos en una cazuela con una cucharada y media de aceite caliente. Reservamos.
- Picamos todas las verduras. En el mismo aceite dónde hemos sellado las carrilleras echamos primero las cebollas y pochamos, añadimos el ajo, el pimiento, los puerros y los tomates. Dejamos cocinar a fuego lento.
- Cuando la cebolla está tierna añadimos un vaso de vino, un vaso y un cuarto de agua y mezclamos bien. Añadimos las carrilleras y dejamos cocinar a fuego bajo durante 60 minutos (si en algún momento veis que os quedáis sin líquido añadid un poco más de agua). Añadimos la hoja de laurel y corregimos de sal si es necesario.
- Retiramos del fuego, sacamos las carrillerasy el laurel y pasamos nuestras verduras por la batidora primero y por un chino después para evitar encontrar hebras.
- Ponemos una base de puré de patatas, encima nuestra carrillera y una cucharada colmada de la salsa. Acompañamos con verduras glaseadas.
Consejo de Nur
- Buscando información sobre cómo substituir el alcohol en las recetas, he recopilado los siguientes “tips” por si os pueden servir de ayuda. Para el vino blanco o rosado las alternativas son sencillas y evidentes; en el caso del blanco o rosado podemos usar zumo de uva. En las recetas saladas, especialmente si son guisos, es una buena idea combinarlo con caldo de pollo o de verduras, e incluso dar un toque de vinagre para potenciar el sabor. En las variedades de vino tinto tenemos un situación similar a la anterior. En este caso buscamos un sabor más fuerte, por lo que un buen sustituto sería media medida de caldo de carne oscuro, media de zumo de uva tinta y un golpe de algún vinagre aromático. Sidra: el efecto de la sidra en la cocina es similar al del cava, pero buscamos un resultado aún más afrutado. El mejor equivalente es sin duda el zumo de manzana, mucho mejor si es de las variedades gaseosas tan comunes por Centroeuropa, o sencillamente, mosto de uva blanca. Cava o champán. Con estas bebidas llenas de burbujas buscamos un toque afrutado suave, por lo que la mejor opción es emplear mosto blanco, o incluso mosto de manzana. También es un buen sustituto el ginger ale, por su contenido en gas y por no contener alcohol.