Tal y como empezamos a comentar la semana pasada, el objetivo principal de una dieta cetogénica es recuperar la plasticidad del cuerpo humano y su flexibilidad metabólica. Es necesario sacarnos de nuestra zona de confort de vez en cuando para conseguir rentabilizar los recursos indiviudales. Esta premisa nos sirve en todos los aspectos de la vida: deporte, inteligencia, … Si siempre corremos y no realizamos ejercicios de fuerza, dejaremos de optimizar la capacidad real de nuestro cuerpo que, en definitiva, está diseñado para sobrevivir no solo huyendo también atacando; si solo aprendemos matemáticas, podremos ser unos duchos en la materia, pero seremos unos inadaptados sociales que no podremos mantener una conversación de cultura general (un día si queréis hablamos de la importancia de la inteligencia emocional frente a cualquier otro tipo de inteligencia). En definitiva, estar en cetosis no es más que poner al cuerpo un reto que puede superar, algo para lo que está preparado pero “que le da pereza asumir”y que en el momento en que lo recuerde, que lo adapte como propio, formará parte de su funcionamiento general y recurrirá a él en caso necesario. Buscamos la keto-adaptación.
¿Qué es la keto- adaptación?
La keto-adaptación es el proceso por el cual el metabolismo humano se adapta a utilizar las grasas de una forma óptima como fuente energética, acostumbrándose a realizarlo de forma continuada en periodos de escasez de carbohidratos.
Cuando empezamos con una dieta cetogénica nuestro cuerpo primero recurrirá al glucógeno almacenado, pero este se acaba rápidamente (al principio podemos sentir escasez cierta debilidad) y empieza el proceso de obtención de energía a través de los ácidos grasos y los cuerpos cetónicos. En un sistema equilibrado los músculos deberían obtener energía solo de los ácidos grasos y el cerebro solo de los cuerpos cetónicos, pero en realidad los músculos se nutren de ambos y además se produce una importante pérdida de cuerpos cetónicos por la orina (razón por la que se da positivo en las tiras reactivas de medición de cetonas).
Pasado un tiempo, que se calcula aproximadamente en 2 semanas, debemos keto- adaptarnos, es decir, nuestro cuerpo generará los cuerpos cetónicos exclusivamente necesarios para alimentar al cerebro (perderemos esa cierta pesadez mental del inicio), éstos no se perderán a través de la orina y el músculo se surtirá exclusivamente de los ácidos grasos (tienen acceso a un suministro prácticamente ilimitado de energía, lo cual es particularmente valioso para los atletas). En este momento, nuestras tiras reactivas dejarán de marcar positivo volviendo al color blanco del inicio del proceso.
¿En qué momento estoy yo?
Llevo once días en dieta cetogénica, con ayunos intermitentes casi a diario (a excepción del fin de semana) y un ayuno de 24 horas a la semana. Me hice la primera medición a los cinco días, y ya estaba en cetosis y desde entonces me la he hecho cada tres días. El positivo fue aumentando de intensidad hasta hoy, que ha empezado a bajar el tono. Sinceramente no sé si esto es debido a la keto-adaptación o a que he podido pasarme de carbos. Estoy intentando quedarme en 20-25 gr al día, pero os soy sincera, no estoy midiendo al detalle cada cosa que como. He retirado los carbohidratos más importantes de mi dieta, pero si me tomo una zanahoria y dos tomates, no estoy viendo si eso significa 6 gramos o 16 porque ese tipo de “control extremo” me pone nerviosa.
Por otra parte, hoy os puedo decir que no noto embotamiento en la cabeza y que me noto más enérgica, pero hasta ayer me sentía metida en una niebla espesa que no me dejaba ni pensar ni moverme correctamente.
Físicamente peso exactamente lo mismo, pero noto una leve redistribución de los volúmenes corporales sobre todo en el abdomen. No os lo voy a negar, a primera hora de la mañana estoy como una tabla, marcada y sin acumulaciones raras en mi cintura. No sé si es que me miro con buenos ojos, si tengo un cierto efecto placebo o si realmente existe alguna relación con la cetosis. En cualquiera de los casos, creo que necesito tiempo para poder juzgar, ya veremos que puedo contaros la semana que viene.
En relación a la evolución de mis compañeras que están buscando una pérdida de peso ( llevan en el proceso una semana menos que yo), ya han entrado en cetosis, pero aún no hay cambios significativos en la báscula. En cualquier caso hablamos de solo cinco días de cambio, por lo que no es valorable.