La niña paleo
Me habéis preguntado muchas veces si Gala, mi niña de dos años, es paleo. Lo primero que contesto siempre es que Gala no puede ser o no ser paleo porque ella no tiene capacidad de decisión. Lo que en realidad me estáis preguntando es si yo hago que ella sea paleo.
Esta afirmación, que igual parece una tontería, es la que está rigiendo nuestras directrices educativas con Gala. ¿Es Gala católica? Gala no es católica porque no puede decidir si quiere serlo o no, si me estás preguntando si hago que sea católica la respuesta es no. ¿Es Gala paleo? Gala no es paleo y no, yo no hago que sea paleo. Ni paleo, ni vegetariana, ni católica ni agnóstica ni nada. Ella misma en un futuro decidirá si quiere comer carne, pescado, ir a misa, ser budista, votar a la izquierda o a la derecha más radical… Yo quiero que Gala sea persona, es más, quiero que sea una persona, sana y buena. Por eso mismo estamos aprendiendo modales, educación, respeto, honestidad y también sabores, texturas, colores y a comer sano y variado. Gala no toma chuches, come chocolate del 85% en alguna ocasión. Las natillas que toma las hace mamá sin azúcar, igual que las tartas y por la mañana a la leche le echamos cacao puro desgrasado 0% y nada más. Toma carne, pescado, legumbres, pero también pasta, yogures, queso… y alguna vez las abuelas le dan galletas de chocolate y yo no pongo el grito en el cielo, las abuelas están para dar golosinas a escondidas.
Al final nosotros solo intentamos que, cuando llegue el momento de tomar sus decisiones, tenga toda la información para hacerlo correctamente. Sin más.
Dicho todo esto ella vive en una casa dónde el horno está continuamente encendido, dónde no hay azúcar (literalmente, se acabó hace mucho tiempo y jamás la hemos repuesto), y dónde la nevera está llena de hoja verde. No, Gala no es paleo, no hago que Gala sea paleo, pero come muy sano. Supongo que eso es lo importante.
Y vamos ya directamente a la receta de hoy que es para morir rotundamente de placer. El secreto de todo el plato está en la salsa barbacoa que me enseñó a hacer mi amiga Desi y que no puede estar más rica. ¿Os animáis a hacerla?
Costillas a la barbacoa en olla lenta
Plato: PrincipalCocina: TradicionalDificultad: Baja4
porciones10
minutos1
hora40
minutosIngredientes
2 cdas de Ghee
Media cebolla
2 dientes de ajo
1 botecito de tomate doble concentrado
2 cdas de miel
1 cdita de comino
1 cdita de pimentón dulce
1/2 cdita de cayena
1/2 cdita de sal (maldón, rosa)
1 taza de café de vinagre
1 taza de café de agua
Unas gotas de ají rojo picante (opcional)
costillar de cerdo entero
Dos naranjas grandes
Pasos
- Primero elaboraremos la salsa, para ello echaremos las dos cucharadas de ghee en una sartén y saltearemos el ajo y la cebolla hasta que estén pochados. Pondremos el resto de los ingredientes (todos excepto el costillar y las naranjas) en el vaso de la batidora. añadiremos la cebolla y el ajo y batiremos. Volvemos a volcar en la sartén y dejamos cocinar unos 40 minutos removiendo de vez en cuando.
- Dejamos enfriar la salsa y untamos con ella generosamente todo el costillar. Lo ponemos en un bol, cubrimos con papel film y dejamos macerar unas ocho horas.
- Cortamos las naranjas por la mitad y las ponemos en la base de la olla con la piel tocando el fondo y depositamos encima el costillar. Cocinamos por ocho horas en lenta.
- Una vez finalizada la cocción, pasamos el costillar a una fuente y metemos en el horno previamente precalentado a 170 grados. Gratinamos hasta que tengan un color dorado brillante.
Consejo de Nur
- Al cocinar en la olla lenta poned siempre una base dónde depositar la carne, ya sea una cama de cebollas, patatas, boniatos, o manzana. Si colocamos la carne directamente apoyada en las paredes de la olla corremos el riesgo de secarla mucho en las zonas de contacto.