Amanece en un bosque mediterráneo, empieza a sonar el piar de los pájaros, se oye movimiento entre las ramas, las ardillas sacan el hocico para comenzar a buscar comida y tú, en tu tienda de campaña, te despiertas antes que nunca. ¿Es por el saco? ¿es por qué te fuiste a dormir justo cuando oscureció? ¿es por qué hay mucho ruido fuera?… es porque has dejado que tu cuerpo se rija de forma natural por los ritmos circadianos.
Mientras tu te desperezas y te calzas esas botas nuevas de montaña para salir a despejarte otros animales se acaban de ir a dormir. Aves rapaces nocturnas, pequeños roedores, murciélagos o mariposas duermen justo cuando tu te despiertas, su ritmo circadiano es distinto al tuyo (se suele decir que tienen un ciclo circadiano inverso). Así que cuando tu vuelvas a caer rendido de sueño por haber estado caminando, buscando agua para refrescarte, comiendo y haciendo fotos a diestro y siniestro, ellos despertarán y vivirán su propia existencia a oscuras.
¿Qué es el ritmo circadiano?
Estás “programado” para acomodarte a tu ritmo circadiano, vivir de día y dormir de noche y regirte por la luz del sol. ¿Nos ponemos un poco científicos? Voy a intentar explicarlo lo más claramente posible para no acabar dando un discurso de ciencias. Nosotros somos mamíferos y como tales tenemos localizado nuestro reloj circadiano en el hipotálamo, en un lugar llamado “nucleo suparquiasmático” o en breve y más facilito NSQ.
El funcionamiento del NSQ se condiciona principalmente por la variación de la luz. Se recibe información sobre la luz externa a través de los ojos y se toman una serie de decisiones que cambian completamente el devenir de nuestro funcionamiento fisiológico. Melatonina, cortisol, TSH, FSH, LH, estradiol, renina son hormonas que segregamos gracias a él. Aunque la entrada luminosa (cambios luz/oscuridad) es el estimulo principal del NSQ, hay otras entradas periódicas que condicionan su funcionamiento: el horario de las comidas (ingesta/ayuno) y el ejercicio programado (actividad/reposo) pero también horarios de trabajo y el estilo de vida, así como exposición inapropiada a la luz artificial o a los alimentos.
Los trastornos del ciclo circadiano se producen cuando la sincronización entre el medio ambiente externo y las señales y los procesos fisiológicos internos se pierde, ya sea por alargar las horas de ocio o trabajo a horas nocturnas, por trabajos en turnos, jet lag, por comer a deshoras etc. y estos trastornos pueden afectar de forma grave a la capacidad del individuo de conciliar el sueño.
Dormir es la clave
Dormir significa mucho más que descansar, tal y como hablábamos en la entrada de la importancia del descanso: descansar es muy importante, ya que es durante el sueño cuando el cuerpo puede reparar el desgaste muscular que se ha producido durante el día, liberar el estrés acumulado y prepararnos para volver a tener un rendimiento físico y mental óptimo al día siguiente. El descanso físico, las labores de mantenimiento y reparación del cuerpo, empiezan desde el primer momento en que nos quedamos dormidos, sin embargo la reparación mental, la limpieza del estrés acumulado y los malos pensamientos sobrantes, empieza en la fase de sueño profundo y por lo tanto necesita de más horas de descanso
Una falta de sueño puede provocar trastornos físicos y psicológicos graves: depresión, ansiedad, obesidad, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, infarto cerebral o infecciones recurrentes debido a la bajada de las defensas. Un circo.
Los cronogramas retrasados
Ahora bien, seguro que alguno de los lectores de este post de me dirán: “yo trabajo mejor de noche, duermo bien de día y soy capaz de concentrarme mejor en las horas sin luz y estoy completamente sano”. Según el Centro de Ciencias del Sueño Humano de la Universidad de California un 30% de la población tiene un ritmo vital que está más apegado a la noche y según Matthew Walker (director del mismo centro) “Los noctámbulos no lo son por elección. Están obligados a seguir un cronograma retrasado por el inevitable entramado de su ADN. No es un fallo consciente, sino su destino genético” . Si este es tu caso… bienvenido a mi grupo.
En definitiva, sea uno u otro, hay un ritmo circadiano que rige tu devenir fisiológico, si luchas contra él, si lo obvias, si vives la vida que no debes vivir… puedes acabar con un problema de salud grave. Valora quien eres y cómo debes actuar al respecto. Descansa, duerme, y repara, tu salud te lo agradecerá.