Empezamos una nueva serie en la que os voy a contar mentiras. Sí, no me estoy equivocando, son esas mentiras que siempre han estado allí y que, pese a que ahora ya hay evidencias de su falsedad, por cultura popular, por costumbre o por que a alguien le interesa que las consideremos como verdades, seguimos creyendo. Hablaremos de peso, de calorías, de superalimentos, de licuados y de sistemas detox, pero hoy, hoy empiezo con la reina de las mentiras, vamos a hablar de las tallas y de como nos han vendido una moto que no existe y que muchas veces nos condiciona la vida. ¿Queréis saber más?
Por entrar en materia quería explicaros cómo funciona el sistema del tallaje en España, que, aunque parezca sencillo, me ha costado investigar. Las tallas españolas se consideran medidas convencionales usadas para indicar el tamaño relativo de las prendas de vestir (también del calzado pero de eso no hablaremos hoy). Están regladas por la Norma UNE-EN 13402-1-2-3, que establece como medidas principales el contorno de pecho y cintura y como secundarias el largo del torso o la longitud de brazos. Hasta aquí todo parece correcto, el mayor problema es que la industria de la moda va por libre, la reglamentación a aplicar es solo informativa y no es de obligado cumplimiento, de manera que, si quieres la sigues y si no aplicas tu propio criterio, nadie va a multarte por ello.
Si bien lo lógico sería pensar que los consorcios de la moda deberían ponerse de acuerdo en mantener un tallaje universal para facilitar la labor de compra y para no crear diferenciaciones, la realidad es que cada marca maneja sus propias medidas. Estoy segura que más de una vez habréis oído eso de que “en Mango no me puedo comprar pantalones” o que “en H&M me siento muy delgada”.
Una misma persona en la misma tienda puede tener dos o tres tallas diferentes, más aún cuando hablamos de marcas distintas. Todos lo sabemos, pero seguimos deprimiéndonos cuando, en esa tienda tan de moda, no nos cierra el botón de la talla 40. Eso en adultos es hasta jocoso, pero me contaba hace poco una mamá que su hija adolescente no va a comprarse ropa con las amigas para que no vean que lleva una 42 (no es una niña gorda, es una niña muy grande y fuerte). Así que estoy harta y, aunque ya lo han hecho otras blogueras y seguro que mejor que yo, hoy he decidido que nos riamos un poco de todo: de las tallas, de las tiendas, de la moda y de mí (que aún estoy pensando si debo o no debo mostraros algunas de las fotos que me he sacado). Por que yo ya soy capaz de burlarme de mi y de mis imperfecciones, y si alguna chica joven, es capaz de reírse también de ellas y darse cuenta de que la talla que marque su pantalón no tiene ninguna importancia, habrán valido la pena todas las poses ridículas que llevo haciendo desde hace un par de días.
Ojo, en este post se ve mi ropa interior, no pretendo provocar a nadie, las fotos tienen una mera voluntad cómica o informativa, pero no quiero que os enfadéis si no os aviso. Comenzamos.
Por empezar el experimento con la mente abierta y sin ir a lo seguro, decidí medirme y buscar cual era mi talla estandar en Internet.
Altura: 1,71 m
Peso: 57,5 kgs
Pecho: 80 cms
Cintura: 72 cms
Cadera: 94 cms
Según la norma estandarizada, yo debería llevar una talla 38 de pantalón y una talla 36 en la parte superior, aunque si la prenda llega hasta la cadera debería usar una 38 (soy lo que se llama una figura triangular). Si rebusco en mi armario las diez últimas prendas que me he comprado todas son de la talla 36, así que voy a moverme en ese margen, tallas 36-38.
Por otra parte voy a centrarme en los pantalones (soy muy estrecha en la parte superior del cuerpo, tengo poco pecho y podía dar una impresión incorrecta del tallaje porque en algunos casos la XS me va grande y eso no debería ser lo habitual). Además, para que no me digáis que todo depende del tejido o del patronaje de la prenda, en todas las tiendas voy a probarme cuatro tipos de pantalones más o menos similares (es fácil, vestimos como fotocopias, en todas las marcas acabamos encontrando lo mismo en otros colores y con diferentes nombres): skinny o super skinny (de los que llevan elastano en su composición), unos vaqueros de tejido denim normal, es decir de los que no se estiran, unos pantalones fluidos y unos pantalones de vestir (los llamados suite). No he mirado mucho si el modelo era más o menos bonito, de hecho me he probado alguno que me cerraba pero me quedaba horroroso… ¡¡¡incluso hay uno tan roto que deja a la vista los huesos de la cadera!!!. Mientras cumpliera los parámetros me parecía bien. Finalmente no me he llevado ninguno a casa, alguno me gustaba pero ninguno tanto como para consumir sin necesitar.
En fin, que me voy del tema, aquí lo que os importa es empezar a ver chicha no?
EL CORTE INGLÉS
La verdad es que aquí comenzó todo. Por motivos que no vienen al caso tenía que hacer tiempo cerca de un corte inglés y entré a cotillear. Era final del periodo de rebajas de verano y encontré unos vaqueros rectos de la marca Green Coast (que creo que son marca propia de El Corte Inglés) muy rebajados, así que los cogí para probármelos y camino del probador ví otros, exactamente de la misma marca, pero con elastano, de los que llamamos pitillo. Normalmente estos pantalones con elastano siempre nos permiten jugar un poco más con las tallas. El objetivo es que queden muy pegados y, al ser un poco elásticos, con un par de saltitos toreros puedes acabar embutida en ellos.
Vaqueros Denim rectos marca Green Coast talla 36.
Empezábamos genial. Me sentaban bien, estaban bien de precio y aunque en la foto den la sensación de ser algo estrechos la verdad es que me sentía cómoda y ya sabéis que un vaquero sin elastano tiene que ir bien ceñido porque sino la segunda vez que te sientes lo has perdido.
Vaqueros elásticos marca Green Coast talla 36
Y ya estaba yo con el mundo por montera pensando: “si la talla 36 de los vaqueros normales me está, tendría que haber cogido una talla menos de los vaqueros elásticos”sí, sí… atentos porque esta foto es el inicio de todo.
No es que no me cerrara, es que no me pasaba de la cadera.
Misma marca, misma talla, pantalones elásticos versus vaquero normal y no me entran. Ni la 36, ni la 38, conseguí abrochar una 40.
BERSHKA
En Bershka no sé si me asombró más el nivel de la música que estaban poniendo, que me llamaba más a pedirle un cubata a la dependienta y subirme a un podium que a comprarme una blusa, o que realmente entré en todos los pantalones que me probé. Mi idea era que, al ser una marca dirigida a un público joven, casi adolescente, las tallas serían ridículas, pero no fue así.
Bershka Superskinny talla 36
Perfectos, nada que comentar. No descarto volver a por ellos aunque no me hagan mucha falta.
Bershka Denim talla 36
Y sí, llevan unos agujeros en los bolsillos de delante con no sé que lujuriosa misión.
Bershka pantalones suite Talla 36
Me quedan pero vaya largo extraño, sinceramente la moda pesquera no es para mí.
Bershka pantalones fluidos talla 36
Estilo Bitelchus… incluso un poco grandes.
MANGO
Yo no suelo comprar en Mango pero tenía la idea preconcebida de que era una de esas tiendas que tallaba grande. No sé si porque sacó su línea Violeta pensé que era una marca concienciada con las tallas o sencillamente que la veía una línea más madura y más adaptada a cuerpos de mi edad (con la adolescencia ya bastante lejos), pero al contrario, Mango fue, de las tiendas que visité, la que en general tallaba más pequeño. Se lo comenté luego a mis amigas y algunas afirmaron que no podían comprarse ropa allí (os estoy hablando de tallas 38-40)
Mango pantalones skinny Talla 36
Cierto, estos me quedan bien, de hecho mejor que los skinny en Bershka.
Mango Denim Talla 36
Sin más que decir. Falta poco, pero no me cierra. Me probé la 38 y perfecta.
Mango pantalón vestir Talla 36
No me cierra, pero ni de lejos. No tenían talla 38, estaba agotada pero por lo poco que me faltaba para cerrar creo que me hubiera cerrado bien
Definitivamente en Mango, exceptuando en pitillos con elastano, llevo una 38 de pantalón. He subido una talla solo con cruzar la calle.
H&M
No voy a sorprender a nadie… H&M en general talla grande. Y digo en general porque ellos mismos admiten que no tienen un tallaje uniforme. Las tallas de H&M suelen ser más grandes pero luego hacen un modelo tamaño barbie de guardería. ¿Por qué? No se sabe, igual tienen un excedente de tela y deciden hacer un pantalón en el que no cabe nadie. Ojo con esas prendas de ropa baratas a la entrada de la tienda, suelen ser los de la talla para muñecas.
H&M skinny talla 36
Perfectos, incluso menos skinny de lo habitual, no lo intenté pero igual me embutía en una 34.
H&M Denim Talla 36
Lo mismo, nada que decir, no son elásticos pero cerraban perfectamente y me encontraba cómoda con ellos.
H&M Suite Talla 36
Empezamos con el baile de números, la talla 36 de los pantalones de vestir, tipo traje, se me cae, necesito una 34.
H&M pantalones Fluidos Talla 34
No es el pantalón que mejor me siente del mundo pero una talla más se me cae puesto (aunque me queda igual de mal). Asumo que el corte no me favorece pero que mi talla es la 34.
Por ahora me he tenido que probar tres tallas diferentess y de Mango a H&M llevo dos tallas de diferencia. Esto supone que si llevo una talla 42 en H&M (que es una talla media de la mujer española) en muchos casos en Mango llevaré una 44 y por lo tanto me mandarán a comprar a Violeta, su línea de tallas grandes (que maneja tallas tan enormes como la 42!!!!!). ¿Estamos locos?.
PULL AND BEAR
Pues no sé muy bien que decir. De todas las tiendas que he nombrado es probablemente donde personalmente me compro más ropa (aunque yo no suelo comprar en ninguna de estas marcas en exceso) y normalmente no tengo problemas con las tallas… me las prometía muy felices pero, vais a volver a ver braguitas.
Pull and Bear Superskinny T36
Bien, muy skinny, eso sí, pero ya lo dice el nombre. Me cierran y los llevo cómodos.
Pull and bear Denim Talla 36
Sin más, son mi talla.
Pull and Bear Suite Talla 36
Por supuesto por el tipo de corte son algo más amplios, pero de cintura son mi talla, ni quepo en una talla menos y una talla más se me escurrían por la cintura.
Pull and Bear Fluido Talla 36
En principio el pantalón que menos problemas tenía que dar, el fluido, el cómodo, el sueltecito… no me subía de la cadera… no, no es que me apretara, no es que me marcara el culo, es que no me subía más. ¿Cómo es posible?
Es decir, en Pull and Bear llevo dos tallas tan diferentes como la 36 y la 40 o 42. No he cambiado de tienda y no he engordado ni me ha aumentado la cadera en los dos minutos que tardé en probarme uno y otro pantalón. Como veis no se trata de un tema de unos centímetros que puede cambiar el patronaje del pantalón, se trata de que habría que cortarme las caderas para que esa talla me entrara.
SFERA
No tengo ninguna referencia de Sfera. Alguien me dijo una vez que tallaban pequeño pero jamás me había comprado nada en esa tienda que no fuera un collar. Creo, de hecho, que era la primera vez que entraba en sus vestuarios.
Sfera Superskinny Talla 36
Bastante más ajustado de lo que considero necesario, pero una talla más me quedaba grande. Entiendo que el corte del superskinny también implica el super poder de no respirar demasiado.
Sfera Denim Talla 36
Muy bien, me encantaron. Si no llega a ser porque estoy en modo contención de gastos y no eran nada baratos, iban a la bolsa.
Sfera Suite Talla 36
Grande, enorme, la talla 34 me quedaba algo mejor, pero en general daba la sensación de que tenía mal patrón.
Sfera fluido Talla 36
El último pantalón tiene el dudoso orgullo de ser el más feo que me he probado en los últimos tiempos. Ojo, que quizás a vosotras os siente mejor y os encandile ese color, pero a mi de cintura y cadera me quedaba grande y me apretaba en muslos y gemelos. ¿Os acordáis de Mc Hammer y sus famosos pantalones? Ea, pues así me quedaban.
En definitiva, en un mismo día he llevado la talla 36, 38, 40 y 42 (algunos pantalones no los cogí en otras tallas, como el fluido de pull and bear, pero al menos tendría que haberme probado dos tallas más). He encontrado pantalones que me encantaban y con los que me sentía cómoda y algunos con los que era mejor que jamás me hubierais visto, pero lamentablemente así es la moda. No existe una regulación de tallas y por tanto, según cuales sean los objetivos comerciales de una marca, el público al que vayan dirigido, su nivel de vinculación a un segmento poblacional… y otros cientos de factores, así serán sus tallas. Hace relativamente poco en Decathlon han retallado toda su ropa y ahora tengo que comprarme las mallas de deporte XS, me pregunto que talla llevarán amigas mías que son bastante más pequeñas que yo (la XXS???, existe eso???).
Lo único que quiero que extraigáis de esta entrada, además de unas risas, es que no debéis dejar que una herramienta de venta, de marketing o de posicionamiento de marca, os amargue la tarde, somos gente sin tallas. No importa si llevas una 36, una 40 o una 42, lo importante es estar saludable, feliz y orgulloso de tu cuerpo. No existen modelos de hombres o mujeres, existen tantas formas, tantos cuerpos, tantos pesos y alturas, que amargarnos por el número que ponga un determinado patrón es completamente ridículo.
No dejéis que os ganen la batalla, vivid sin tallas desde ya.