La leche merengada sabe a casa de mi abuela, sabe a postre casero, sabe a tardes de verano en el portal viendo pasar turistas, sabe a infancia, a inocencia a manos negras y corazón alegre, sabe a mi Menorca de los ochenta… La leche merengada no es un sabor, es un sentimiento.
Tarta de leche merengada
Plato: Postres y dulcesCocina: Sin gluten, PaleoDificultad: MediaPorciones
5
porcionesTiempo de Preparación
5
minutosTiempo de cocinado
40
minutosUna receta de un postre que a mí me sabe a la mejor infancia que cualquier niño puede desear. Una tarta deliciosa y, como siempre, sin gluten.
Ingredientes
175 gr de frutos secos variados (también podéis añadir fruta seca)
2 cucharadas de miel
1 cucharada de mantequilla de pasto
500 ml de leche (puede ser entera o de coco)
1 rama de canela
Piel de un limón
6 láminas de gelatina neutra (10 gr)
Canela en polvo para decorar
Pasos
- Lo primero que vamos a hacer e echar nuestros frutos secos junto a la cucharada de miel y la mantequilla en el procesador de alimentos (o en el vaso de la batidora) y picar bien hasta obtener una masa pegajosa.
- En un molde redondo de silicona volcamos nuestra masa y presionaremos con las manos para convertirla en la base de nuestro pastel intentando que suba por los lados para crear el borde. Llevamos a la nevera.
- Ponemos en un cazo la leche, una cucharada de miel, la piel de un limón y la rama de canela y llevamos a ebullición sin dejar de remover. Bajamos el fuego al mínimo, tapamos y dejamos infusionar.
- En un cuenco con agua hidratamos nuestra gelatina unos diez minutos.
- Sin apartar del fuego nuestra leche merengada, retiramos la canela y la piel del limón y echamos dentro las hojas de gelatina bien escurridas. Removemos bien con ayuda de unas varillas para que la gelatina se disuelva. Apagamos el fuego y dejamos templar.
- Una vez la leche merengada haya enfriado lo suficiente cogeremos nuestro molde de la nevera y con cuidado la volcaremos encima. Llevamos al frigorífico un mínimo de 4 horas. Espolvoreamos con canela en polvo y servimos acompañado de chocolate negro.
Consejo de Nur
- Si servís la leche merengada en vasitos pequeños con una base de frutos secos y ponéis encima unos nibs de chocolate negro, tenéis un postre a la altura de cualquier cena de gala.