Estamos viviendo una absoluta y continua revolución gastronómica en nuestro país. No solo hemos pasado del cocktail de gambas a las esferificaciones, también hemos ampliado horizontes y buscado nuevos sabores y texturas en culturas lejanas. Yo aún recuerdo la primera vez que fui a un restaurante chino en Madrid en una visita turística. Estaba dentro del Centro Comercial La Vaguada y a mí me pareció el lugar más mágico que podía visitar. Tenía siete u ocho años.
Desde entonces hemos vivido el desarrollo de negocios gastronómicos de todo tipo. Sobre todo en la capital podemos encontrar desde un restaurante etíope a un restaurante bengalí, todo pasando por millones de chinos, indios, japoneses o mexicanos.
De forma cíclica las diferentes gastronomías van convirtiéndose en tendencia. Hace unos años comer en un japonés era lo más actual, siguió la cocina peruana, la nikkei… y diferentes variantes de estas cocinas, locales especializados en fast food asiáticas, en baos, en tacos y ahora todo gira alrededor del Ramen.
¿Qué es el ramen? Pues no es más que una sopa de fideos muy extendida en la cultura gastronómica de Japón, pero de origen Chino. En Tokio vais a encontrar muchísimos locales de Ramen, muchos más que de sushi, dónde en la puerta hay unas máquinas en las que seleccionas el tipo de ramen que quieres tomar (tienen muchísimas variedades según la base de caldo que se use y los ingredientes que se añadan) y comes en una barra larga en la que solo hay gente sorbiendo rápidamente su sopa para salir corriendo de nuevo a trabajar. El verdadero secreto de este plato está en el caldo que utilicemos, cuanto más sabroso sea, más buena será esa sopa asiática diseñada para calentar cuerpo y alma.
Ramen de pollo versión paleo
Plato: SopasCocina: JaponesaDificultad: MediaIngredientes
1 zanahoria
200 gramos de espinacas
4 dientes de ajo
1 litro de caldo de pollo casero
1 cucharada de aceite de oliva virgen
1 cucharada de jengibre rallado
1 cucharada de aminos de coco
110 gramos de setas shiitake
1 pack choi
2 calabacines medianos
2 cucharadas de cebollino picado
Pasos
- El día anterior yo preparo un caldo de pollo con dos carcasas y algunas verduras (apio, puerro, zanahorias, rábano..) en la crock pot durante unas 15 horas (si no tenéis crock pot preparad un caldo de pollo con todo el cariño del mundo, fuego muy bajito y un par de horas de cocción. Tal y como os he dicho antes la base de este plato es tener un caldo sabroso.
- Con nuestro caldo ya preparado empezamos a preparar el ramen. Para ello calentamos una cucharada de aceite de oliva en una olla a fuego medio y cuando esté caliente, añadimos los dientes de ajo picados y el jengibre rallado y sofreímos unos pocos minutos, revolviendo a menudo para que no se quemen.
- Añadimos las setas shiitake, la salsa aminos y damos un par de vueltas. Añadimos el caldo de pollo y 3 vasos de agua.
- Calentamos a fuego fuerte hasta que llegue a ebullición, reducimos la temperatura y cocinamos a fuego lento otros 10 minutos, hasta que las setas se hayan ablandado. Mientras tanto vamos creando los fideos con el calabacín ayudados de un spiralizer o similar.
- Picamos las espinacas y el pack choi y pelamos y troceamos las zanahorias muy finamente. Las añadimos a la cazuela junto a los calabacines dos minutos más y retiramos del fuego.
- Servimos muy caliente y decoramos con cebollino picado y 1 huevo duro.
Consejo de Nur
- Si queréis ser auténticos comedores de Ramen, tenéis que tomarlo al estilo japonés, ayudándoos de unos palillos y sorbiendo rápidamente para no quemaros. El caldo se bebe al final. Este mismo plato podéis hacerlo con caldo de pescado, rape y gambas, o con caldo de huesos y albóndigas de ternera de pasto. Este es un plato que se agradece sobre todo cuando hace frío.
Gracias por el recetón! El pack choi y los aminos de coco son imprescindibles para esta sopa? Yo vivo en Granada y la col esa no sé yo…, los aminos he visto que lo venden en Amazon..
El pack choi es la col china, la tienes ya en mogollón de supermercados como al campo o carrefour… pero no, no es imprescindible. Los aminos de coco me temo que sí. Es el substituto de la soja en esta sopa y ese sabor es imprescindible.
Un besote