Pastel frío de calabacín y tomates cherry

Nuria Pons 

Una de las ventajas que tienen mis pacientes es que, durante el periodo de tratamiento, además de los recetarios correspondientes a sus menú particulares, van recibiendo diferentes librillos de recetas adecuados a sus circunstancias particulares o al momento del año en que nos encontremos. Así ya hemos hecho el recetario de peques saludables, el de caldos depurativos, el de cremas de verduras bajas en carbohidratos, el vegetariano, el de sopas frías, el de ensaladas diferentes y por último el de pasteles fríos, que es el que están recibiendo ahora mismo.

La receta de hoy pertenece a este último recetario. Se trata de un pastel que podemos mantener en la nevera e ir consumiendo en el desayuno, como primer plato en una comida o bien como parte principal de una cena. Es sencillo, es rápido, está muy rico y gracias a él pequeños y mayores de la casa se acostumbran a comer verduras.

Tan fácil como encender el horno.

Pastel frío de calabacín y tomates cherry

Plato: Pasteles y masasCocina: Sin gluten, PaleoDificultad: Media

Un pastel frío que podéis dejar de fondo de nevera para solucionar algún desayuno o cena.

Ingredientes

  • 2 calabacines medianos

  • 1 puñado de tomates cherry

  • 1 cebolleta pequeña

  • 1 huevo grande

  • 2 cucharadas de leche de coco

  • 1 cucharada de aceite de oliva

  • 4 cucharadas de almidón de yuca

  • Una pizca de sal

  • 2 cucharadas de queso emmental rallado

  • orégano

Pasos

  • Con ayuda de una mandolina cortamos nuestro calabacín en rodajas finas, reservamos.
  • Pintamos con aceite de oliva un molde de silicona y hacemos una base con parte de nuestro calabacín (solo una capa fina).
  • Precalentamos el horno a 170 grados
  • Ponemos en el frasco de la batidora el resto del calabacín, un puñado de tomates cherry, la cebolleta, la sal, el huevo, las dos cucharadas de leche, el queso rayado, el almidón de yuca y el aceite de oliva y batimos bien hasta obtener una masa uniforme.
  • Volcamos la masa sobre la base de calabacín. Golpeamos el molde un par de veces y espolvoreamos con más queso rayado y orégano. Horneamos unos 20 minutos o hasta que esté dorado y dejamos enfriar completamente antes de guardar en la nevera. Este pastel debe comerse frío.

Consejo de Nur

  • Podéis cambiar el calabacín por otras verduras como espinacas, acelgas, brócoli… Y en lugar de tomatitos cherry, poner zanahoria. Al final, el resultado será similar y añadiremos más verduras en nuestra dieta.
  • Lista de la compra: Almidón de yuca: en tiendas como Pepita y Grano, tiendas latinas y en grandes superficies. Leche de coco: yo uso de la marca Ecomilk sin azúcar añadidos que encuentro en herboristerías, en el supermercado de El Corte Inglés y en grandes superficies

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