Gachas de zanahorias con fruta y frutos secos

Nuria Pons 

Uno de los mayores problemas que afrontamos cuando se produce un cambio de alimentación hacia una dieta baja en hidratos y, por lo tanto, muy baja en consumo de cereales, es el momento del desayuno. Me preguntáis: “¿y ahora qué como?”. Pese a que hablamos siempre de que el desayuno es una comida más y, por lo tanto, debéis comer lo mismo que al mediodía o que en la cena (verdura, proteína y grasas saludables), para muchos de vosotros renunciar al dulce de las mañanas es misión imposible. Y más a los adictos a los cereales o a las gachas (los famosos porridges de Instagram), que estáis acostumbrados a tomar vuestra primera comida del día en un cuenco y con cuchara. La receta de hoy es especial para vosotros.

Las gachas originales se realizan con avena y leche o agua caliente (a partes iguales o solo una de las dos). Su origen es británico, dónde recibe el nombre de porridge, y consiste en calentar el agua o la leche con la harina o los copos de avena hasta obtener una masa pastosa a la que se le añade fruta o frutos secos a gusto y algo de miel para endulzar la mezcla.

Lo cierto es que yo he comido alguna vez la mezcla original con avena certificada sin gluten y no es mi desayuno preferido… Me resulta un poco papilla, y esas texturas a mí no me hacen gracia, pero desde que descubrí esta nueva versión y la adapté a mi vida sin cereales, no niego que he tirado de ella incluso para alguna cena en la que no te apetece cumplir las pautas habituales de tu propia alimentación.

Ahora que llega el veranito, podéis prepararlas la noche antes y dejarlas en la nevera para comerlas frías a la mañana siguiente. ¡Estoy convencida de que os van a encantar!

Gachas de zanahorias con fruta y frutos secos

Plato: DesayunosCocina: Sin glutenDificultad: Baja
Tiempo de Preparación

5

minutos
Tiempo de cocinado

10

minutos

Ingredientes

  • 200 gr de zanahorias

  • 5 cucharadas de copos de coco

  • 4 cucharadas de harina de almendras

  • 2 cucharadas de chia

  • 400 ml de leche de coco sin azúcar añadida

  • Canela en rama

  • Miel

  • Frutos secos y fruta a vuestra elección

Pasos

  • Ponemos en un cazo la leche de coco, la harina de almendras, los copos de coco, las semillas de chia y la zanahoria finamente rallada. Llevamos a ebullición.
  • Añadimos la canela y la miel a gusto (una cucharada debería ser suficiente) y cocinamos durante unos 10 minutos o hasta que la mezcla adquiera un aspecto de papilla.
  • Servimos inmediatamente acompañado de frutos secos a nuestra elección y fruta fresca (preferiblemente frutos rojos) o dejamos enfriar y guardamos en la nevera. Si optamos por la opción de guardarlo para el día siguiente debemos dejar un poco menos espesa la mezcla puesto que espesará con el tiempo.
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