Por qué es importante elegir bien las cremas que usamos en nuestro cuerpo

La piel es el envoltorio del cuerpo, el órgano de mayor tamaño, nuestra cobertura exterior, y cumple una serie de funciones muy importantes para la vida humana. Una de sus características principales es que es semipermeable, es decir, que, al mismo tiempo que deja que algunas sustancias penetren, bloquea el paso a otras. Por ejemplo, muchas toxinas se eliminan a través de la sudoración mientras que numerosos nutrientes se absorben por la piel. Es por ello que los productos que aplicamos a través de la piel son tan importantes como aquellos que entran en nuestro cuerpo por medio de la alimentación. De ahí la importancia tanto de los cosméticos como los alimentos orgánicos.

Hoy quiero explicaros cómo hacer vuestra propia crema corporal con la que hidratar y aportar flexibilidad a la piel. Quiero que cada uno de vosotros sea capaz de elaborar el producto que más se acomode a sus características.

Qué ingrediente usar para las cremas corporales

Por eso, antes de empezar con la elaboración, os daré unas pequeñas pinceladas sobre alguno de los ingredientes que vamos a utilizar. Según vuestro tipo de piel o vuestras circunstancias o dolencias particulares, debéis elegir uno u otro.

MANTECAS: son pastas viscosas hechas a partir de aceites vegetales y que tienen el objetivo de lubricar, hidratar y nutrir la piel. Encontramos tres tipos:

• Manteca de Cacao: Es adecuada para hidratar cara y cuerpo, ayuda a prevenir la formación de cicatrices, regenera, hidrata y reconstruye la piel. Ayuda a mejorar la elasticidad cutánea y a combatir la flacidez. Beneficia la producción de colágeno y actúa como antioxidante natural.
• Manteca de Karité: Es adecuada para el cuidado de la piel expuesta a factores ambientales irritantes. Es recomendable para pieles con tendencia alérgica, grasas y/o con acné. Tiene cualidades antiedad.
• Manteca de Tamanu: El aceite de tamanu se recomienda sobre todo por sus propiedades pesticidas, antivíricas y antibacterianas para pieles con eccemas o problemas de descamación; y por sus propiedades contra los antirradi-cales libres y las arrugas para pieles maduras o con primeros síntomas de la edad.

HIDROLATOS: Un hidrolato es el agua floral resultante del proceso de destilación por vapor del aceite esencial de una planta. Entre los hidrolatos más comunes tenemos:

• Agua de rosas: Sus propiedades antibacterianas y cicatrizantes, hacen del agua de rosas un aliado indispensable para las aftas, las úlceras cutáneas y el acné. Suaviza además manchas, estrías y arrugas.
• Agua de azahar: Es un gran aliado para la piel grasa y acneica ya que controla la hidratación y el exceso de sebo. Tiene propiedades antisépticas muy adecuadas para erupciones cutáneas.
• Agua de aciano: Tiene propiedades astringentes y también calmantes. Es muy adecuada para pieles atópicas o sensibles.
• Agua de flor de tilo: Resulta de gran utilidad para combatir los efectos del viento, del frío o del sol sobre la piel (piel seca, quemaduras solares), se usa en cosmética, para darle suavidad y belleza a la piel.

ACEITES ESENCIALES: Se obtienen de la destilación de las plantas y presentan una compleja composición química y un fuerte aroma. De los millones de plantas que que existen se extraen unos 4.000 aceites esenciales con características muy diferentes. He encontrado un montón interesantes, pero este post se haría eterno, así que he seleccionado alguno para cada tipo de piel:

• Camomila: Efecto calmante y balsámico. Fragancia herbal y amarga. Ideal para pieles atópicas o con descamación.
• Frankicense: Usada en el antiguo Egipto para el embalsamiento de cuerpos por sus propiedades antienvejecimiento. Tiene un olor cítrico. Ideal para pieles maduras.
• Geranio: Ayuda a a regular la producción de la grasa natural de la piel. Aroma floral. Ideal para pieles grasas.
• Jazmín: De fragancia intensa y embriagadora es ideal para pieles sensibles y secas
• Lavanda: Ayuda al descanso, a la conciliación del sueño, es relajante y suave con la piel
• Limón: Es astringente y con aroma limpio y fresco. Ideal para pieles adolescentes con acné.
• Petitgrain: Sus propiedades ayudan a equilibrar la piel, siendo adecuado para todo tipo de pieles. Su fondo es ligero, evoca a la madera.

Una vez tengáis claro que hidrolato y el aceite o aceites queréis utilizar (ya os he dicho que hay más de 4.000, lo ideal sería que consultarais exactamente cuáal se adapta mejor a vuestro tipo de piel) podemos empezar con la elaboración de nuestra crema. Os aseguro que el resultado final no puede ser más asombroso.

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Cómo crear crema corporal a tu medida – Ingredientes

• 140 gr de agua destilada

• 42 gr de hidrolato (el que hayáis elegido)

• 5 gr de Glicerina

• 5 gr de aceite de oliva

• 5 gr de aceite de almendras

• 5 gr de aceite de caléndula

• 5 gr de manteca de cacao

• 1 gr de vitamina E

• 12 gr de cera lanette

• 7 gotas de aceite esencial por cada 100 ml

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Preparación – Pasos

• En una jarra añadimos los 140 gr de agua destilada, 42 gr del hidrolato que hayamos elegido y 5 gr de glicerina.
• En otra jarra, de tipo refractaria, se mezcla el aceite de oliva, de almedras y de caléndula con la manteca que mejor se adaptae a nuestras necesidades y la vitamina E.
• Tenemos que calentar ambas jarras, unos tres minutos la jarra de los aceites y unos cuatro minutos la jarra de los hidrolatos. Ésta última debe estar siempre más caliente que la de los aceites.
• Vamos incorporando poco a poco la jarra de los hidrolatos en la mezcla de aceites mientras batimos con una batidora electrica. Es importante batir los dos primeros minutos la zona inferior y luego ir mezclando sin sacar mucho el brazo para no introducir aire. El método sería muy similar al de la realización de una mahonesa y la consistencia que vamos a conseguir también.
• Dejamos enfriar la mezcla y calculamos cuantas gotas de aceites esenciales vamos a necesitar. Podemos añadir solo uno o una combinación de los que más nos agraden. No solo debemos tener en cuenta las propiedades de estos aceites, también los olores de cada uno, o haremos una mezcla que no nos podremos poner.
• Mezclamos y envasamos.