Cetoacidosis. No, no es lo mismo.

Nuria Pons 

¿Qué tiene que ver Alejandro Sanz con las cetonas?

Desde que empecé a hablar del tema de la cetosis y de sus ventajas (y desventajas ojo que yo sé que las tiene) he escuchado al menos cien veces lo peligrosa que es esta dieta, inclusive acusándome de recomendar alimentación milagro mala para la salud… en fin, supongo que es mucho mejor la dieta del super conocido nutricionista de turno que pone galletas maría y cereales kellogs para desayunar.

Vamos a ver señores, como decía Alejandro Sanz, no es lo mismo. No es lo mismo ser que estar ni es lo mismo cetosis que cetoacidosis, y vamos a ver si lo dejamos claro de una vez y podemos empezar a pensar que a mi jamás se me ocurriría promover comportamientos nutricionales perjudiciales para la salud.

De la cetosis voy a hablar poco porque tenéis un montón de entradas sobre este tema explicando lo bueno, lo malo, mi experiencia y como la entiendo yo a medio, largo plazo. Solo os recordaré que “la cetosis es un estado metabólico en el que el organismo obtiene la energía mediante el catabolismo de las grasas. Para ello crea los cuerpos cetónicos que son ácidos; esto hace que su presencia en exceso en el torrente sanguíneo pueda acidificar la sangre. Este es precisamente el motivo por el que el organismo expulsa estos cuerpos cetónicos sobrantes durante las primeras semanas en cetosis y su expulsión, lejos de ser un síntoma negativo de cualquier patología, lo que muestra es que el organismo funciona correctamente eliminando los productos que no necesita. Esta expulsión de cuerpos cetónicos no perjudica a los riñones ni a ningún otro órgano”.  Ahora bien, todo lo anterior se basa en la funcionalidad de un organismo sano, si un sujeto tiene algún problema metabólico que le impide filtrar la sangre y expulsar estos cuerpos cetónicos, entraría en otro estado metabólico llamado cetoacidosis, o sea, acidosis por cuerpos cetónicos, y eso si que no es bueno.

La cetoacidosis se produce cuando se eleva la concentración de los cuerpos cetónicos en la sangre (tanto derivados de los ácidos grasos como de la desaminación de aminoácidos) por que el organismo falla en su regulación y llegan tantos al ciclo de krebs (que es quien oxida estos compuestos para obtener energía) que se produce un cuello de botella, un atasco y no pueden ser procesados. Esto hace que se produzca cetonemia, el aumento de cuerpos cetónicos en sangre que puede producir:

  • Cansancio constante.
  • Piel seca o enrojecida.
  • Náuseas, vómitos o dolor abdominal (Pueden causar vómitos muchas enfermedades, no solo la cetoacidosis. …
  • Dificultad para respirar.
  • Aliento con olor a fruta.
  • Dificultad para prestar atención o confusión.
  • Si no se trata de forma urgente: coma y la muerte

Si querías acojonarnos lo has conseguido, ¿lo sabes?

Vamos a ver, hay personas que si comen un cacahuete se mueren, ¿lo sabéis? Es porque tienen una alergia a ese fruto seco, pero el resto del mundo nos hinchamos a cacahuetes y no nos pasa ni nos pasará nunca nada (a no ser que se lo quitemos a un elefante del zoo, igual entonces morimos de un trompazo!). Con la cetoacidosis pasa lo mismo, se produce principalmente en pacientes con diabetes tipo 1 (lo que se llama cetoacidosis diabética) porque el hígado se pasa el tiempo realizando lipólisis y proteólisis (obteniendo sustrato energético de grasas y proteínas a falta de hidratos de carbono). Esta situación solamente se producirá cuando el paciente no se haya inyectado la dosis correcta de insulina o, aún habiéndolo hecho, no haya comido la cantidad suficiente de hidratos. Otros casos de cetoacidosis que se producen son debidos a situaciones de alcoholismo prolongado y daños hepáticos.

En definitiva, en un cuerpo sano, no existe mayor problema en mantener una dieta cetogénica a lo largo del tiempo.

¿Tú entonces piensas que “la vida cetosis es la vida mejor”?

No, considero que la vida con un consumo controlado y bajo en carbohidratos es la vida mejor, pero el estado de cetosis pide una reducción tan fuerte del consumo de carbohidratos que nos hace perder la posibilidad de tomar alimentos tan interesantes por su aporte vitamínico como la fruta. No creo que haya que comer un kilo de fruta al día, pero no poderse comer ni un plátano… Creo que la dieta cetogénica es muy interesante para conseguir la flexibilidad metabólica del organismo, para cambiar composición corporal bajando el porcentaje de grasa y en dietas de pérdida de peso (siempre que el paciente aprenda a comer durante el proceso), pero debe realizarse puntualmente (una o dos veces al año o hasta conseguir el objetivo de bajada de peso o similar) y luego volver a una alimentación baja en carbohidratos pero sin ser cetogénica.

En definitiva, ni sí ni no ni blanco ni negro.

No, por hacer cetosis no te mueres si eres un individuo que no sufre diabetes, daños hepáticos o eres Barney, el alcohólico de los Simpson.

Sí, la dieta cetogénica me parece útil de forma transitoria para conseguir objetivos de definición o de pérdida de peso o para acostumbrar al metabolismo a la duplicidad metabólica en determinadas épocas de año.

No, yo ni podría, ni recomendaría, alargar una cetosis de forma permanente, hay que poner alerta al cuerpo de vez en cuando, pero vivir siempre en alerta tiene sus consecuencias.

 

 

 

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