En 1993 Ferrero Rocher sacó un anuncio que se convirtió en chascarrillo popular en encuentros de amigos y juegos de niños. En él una mujer con mucha clase (o esa clase que se tenía a los noventa) iba en un coche de lujo conducido por un chofer. En un momento dado del anuncio, ella, con tono caprichoso le decía que “Desearía comer algo bueno”. En una película de adultos ya sabemos por que derroteros iría eso, pero en la mentalidad de los 90 el algo bueno era un Ferrero Rocher que, Ambrosio (jamás olvidaremos el nombre tan de mayordomo de ese conductor) le ofrecía apretando un botón del coche y descubriendo una montañita de esos preciados dulces.
Ninguna marca da puntada sin hilo y esa publicidad tampoco fue casual, Ferrero buscaba, tal y como sigue haciendo ahora pero con mucho menos énfasis porque ya podemos encontrar sus bombones en las tiendas de proximidad (bazares en castellano llano), situarse en una esfera de bienes selectos, de dulces de nivel alto, de “capricho especial”. Así que en casa en Navidades tooooooodos teníamos los Ferrero Rocher como un detalle muy especial. Incluso yo he recibido algún regalo de cumpleaños que era una caja (la verdad que de fashion no tenía ni media) transparente con 12 de esas pequeñas delicias.
La otra noche, tras haber hecho la tarta raw, caí en una forma de cocinarlos en casa. No son iguales, es cierto, les falta esa pequeña galletita crujiente que tienen en el interior y que es la causa de que yo no los haya vuelto a comer
Bombones Ferrero Rocher (ceto)
Plato: DulceCocina: cetogénicaDificultad: fácilIngredientes
200 gr de queso crema casero (yo lo hice el día anterior con yogur griego de leche de cabra)
1 tableta de chocolate negro 85% sin azúcares
1 avellana por bombón (yo he hecho 15 con estas cantidades)
1 cucharada de mantequilla
Almendras picadas
Esencia de vainilla
Pasos
- Ponemos nuestra tableta de chocolate negro troceada junto con una cucharada de mantequilla en un bol y fundimos bien al baño maría o a golpes de 30 segundos en el microondas.
- Sacamos de la nevera nuestro queso crema casero (tenéis la receta en el blog ), mezclamos con el chocolate negro y un par de gotitas de esencia de vainilla. Vamos a necesitar la ayuda de una espátula y un poco de paciencia para integrar correctamente los dos ingredientes. Metemos en la nevera durante una hora para que la mezcla coja la consistencia adecuada.
- Cogemos una avellana y la vamos recubriendo de la capa de chocolate y queso crema. Yo he usado una cucharita de las que se utilizan para hacer bolitas de melón y de este modo coger siempre la misma cantidad y que los bombones salgan de un tamaño similar.
- En un bol ponemos las almendras picadas. Metemos una a una nuestras bolitas de chocolate y vamos agitándolo para que se vayan recubriendo completamente de almendras. De esta forma mantendrán su forma y la cobertura será más uniforme.
- Colocamos nuestros bombones en un papel vegetal y llevamos a la nevera. Dejamos enfriar por unas 4 horas antes de consumir.
Consejo de Nur
- Podéis cambiar el relleno a gusto (pistacho, un trozo de chocolate negro, almendra…) y la cobertura por igual (coco rallado, virutas de chocolate…)
- Para mí el nivel de dulzor es el adecuado pero si es necesario podéis añadir unas gotas de estevia (una cucharadita de miel si no estás en dieta cetogénica) a la mezcla de queso crema y chocolate,