La cultura alimentaria “detox” no es buena ni mala, es mentira. Ya empiezo así, y los que creáis en beber zumos de colores durante dos días, beber infusiones de hierbas aromáticas o tomar caldos con verduras que han creado en maravillosos hospitales de Estados unidos, podéis dejar de leerme. No hace falta pelearse, vosotros os tomáis vuestro placebo unos cuantos días, pensáis que habéis limpiado vuestro cuerpo de toxinas y coméis pizza otra vez. El detox para determinadas personas es el confesionario de los católicos, hemos mentido un par de veces, nos confesamos, salimos limpios y podemos volver a mentir. No señores, esto no funciona así.
No podemos conseguir desintoxicar nuestro cuerpo a través de un menú, de unos batidos o de un montón de verduras metidas en una licuadora. La desintoxicación real se realiza en hospitales y solo cuando existen niveles peligrosos de drogas, alcohol u otros venenos en el cuerpo, y no se hace con ninguna sopa de cebolla y cilantro, ni con productos que podamos comprar en una farmacia o en una herboristería. Realmente el término Detox no es más que un término científico al que se le ha aplicado una gran política de marketing alimenticio para inventar una realidad. JM Mulet, profesor de bioquímica en la UPV y autor de Medicina sin engaños, apunta que “lo único detox que conozco es un lavado de estómago, una diálisis o una inyección de quelantes, que son los tratamientos típicos para intoxicaciones. De normal no estamos intoxicados. Y, si realmente lo estamos, tenemos un problema serio que no se cura bebiendo zumos”
Lo primero que deberíamos saber es de qué nos van a desintoxicar, con ello quiero decir, desintoxicar es eliminar toxinas de mi cuerpo, pues me gustaría saber cuales son, ¿no? Es decir, la teoría es que yo llevo pasándome tres pueblos con la comida dos meses, hamburguesas, patatas fritas, zumos y bebidas gaseosas, así que he acumulado toxinas en mi cuerpo ¿?¿? y debo eliminarlas, ¿no es así? Muy bien… ¿Qué toxinas? ¿Y dónde se acumulan? ¿y como las eliminan los zumos?
Buscando información sobre esto último me he encontrado con que se justifica esta desintoxicación porque los verdaderos filtros del cuerpo (hígado y riñón) deben ser limpiados de forma periódica, como el cambio de los filtros en el aire acondicionado. De esta manera, los productos detox (los zumos, las dietas, las inyecciones o los masajes) ayudan a limpiar y dejar resplandecientes nuestros órganos.
Señores y señoras, el hígado se auto-limpia mediante una serie de reacciones químicas y suele funcionar sin ningún problema (si realmente no actúa así hablamos de una enfermedad que tampoco se trata con zumos). Lo mismo ocurre con el riñón, cuya misión principal es excretar la orina para que no se quede en la sangre, las sopas no le ayudan mucho más a realizar esta labor. Nuestro cuerpo entero es un gran filtro, si estás sano, eliminará todo lo que no necesite. Creedme.
¿Quieres decir entonces que como mi cuerpo todo lo filtra puedo comer de todo sin problema ninguno? No, no he dicho eso. He dicho que no existen las dietas que te desintoxiquen, que los zumos, las sopas y muchos tratamientos que hay en el mercado, son un verdadero timo, y que si os habéis pasado tres pueblos comiendo mal no estaréis intoxicados, estaréis mal alimentados, con sobrepeso y con otros problemas (incluso médicos) derivados. Es importante llevar una alimentación saludable porque es la base de un cuerpo sano y preparado para afrontar enfermedades. La única solución a un exceso es volver a comer bien. Sé que el concepto de limpiar la pizarra para volver a escribir en blanco es muy goloso, pero no es válido. Ahorraos el dinero de los zumos, de los libros , de los masajes y las ampollas e invertirlos en carne de pasto o verduras de la huerta. Todos saldremos ganando… bueno, todos no, pero los que interesamos sí.