Mi pequeña biblioteca nutricional (III)
Y para acabar con la sección que empecé hace un par de semanas en la que os dije que iba a recomendaros los libros básicos de mi biblioteca nutricional, hoy quiero compartir con vosotros los mejores libros de recetas que poseo. No todos son paleo, pero todos me ayudan a sacar ideas que luego plasmo en mis recetas de cada semana. Empecemos.
Deliciosamente Raw de Vanesa Díez: Como sabéis tengo una absoluta devoción por el blog de paleomoderna, es mi bloguera paleo preferida sin dudarlo y sigo con devoción todas sus recetas. Tal y como dice ella, el libro es una selección de deliciosas recetas que no necesitan ninguna o mínima cocción, además son muy fáciles y rápidas de preparar y que están elaboradas únicamente con ingredientes aptos en la dieta paleo.
Recetas paleo de Eduald Carbonell: Podría haber incluido este libro en el primero de los posts que escribí sobre mi biblioteca nutricional porque éste bien podría considerarse un libro de divulgación sobre la vida paleo. Participa en él el experto en arqueología Eudald Carbonell y el equipo del IPHES (Institut Català de Paleoecología Humana y Evolució Social) por lo que todas las recetas e indicaciones alimentarias que vais a encontrar tienen una base absoluctamente científica.
El arte de deshidratar de Michelle Keogh: Si, como yo, tenéis una deshidratadora y os habéis quedado en secar una puñado de frutas y verduras, es momento de dar un paso más y descubrir un mundo maravilloso en el que se pueden hacer verdaderos platos gracias a la deshidratación. Lo necesitáis.
1080 recetas de cocina de Simone Ortega: ¿Os gusta la cocina? Entonces conocéis el libro de Simone Ortega, ¿es paleo? No, ni falta que le hace. En palabras del mismísimo Ferrán Adrià: “El libro de Simone forma parte ya, con letras de oro, de la historia de la gastronomía española. Sin su libro todo este boom de la cocina española no hubiera existido.”
La enciclopedia de los sabores de Niki Segnit: Tiene recetas de cocina, pero no debemos considerarlo solo un recetario, es una enciclopedia de combinación de sabores. Qué alimentos funcionan juntos, cuales se potencian entre sí, que debemos usar cuando queremos destacar un ácido o un dulce…
Webos fritos de Susana Pérez y Jesús Cerezo: No sé si conocéis el blog webos fritos, si no es así ya tardáis en visitarlos. Si seguís una dieta paleo es probable que tengáis que adaptar muchos platos, pero solo por la fotografía, por el esmero en hacer el blog y por que hacen “recetas fáciles que siempre salen con las mejores fotos”. El libro es una belleza, igual que su blog.
Repostería con Anna de Anna Olson: En mi casa está perennemente puesto el canal cocina y siempre que puedo tengo que ver a Anna Olson haciendo su maravillosa repostería. Tengo su libro siempre cerca para consultar recetas y ver como puedo adaptarlas. Me hace muy feliz obsequiar a la gente con mis recetas dulces y sanas.
Y justo de recetas dulces y sanas va nuestra entrada de hoy porque hemos hecho una tarta cremosa de dos sabores que ha quedado absolutamente espectacular. La base está hecha con galletas tipo cookie que hice con una receta de paleomoderna pero en el consejo de Nur os daré otras opciones para la base por si os parece muy complicado hacer unas galletas para luego desmenuzarlas o bien si no tenéis horno para hacerlas. Una vez más la receta del dulce de leche es de chef Bosquet.
Adelante con la tarta.
Tarta cremosa de dos sabores (sin gluten, sin azúcar, sin lactosa)
Plato: PostreCocina: PaleoDificultad: MediaIngredientes
200 gr de galletas paleo (receta de paleomoderna)
110 gr de ghee
Miel cruda ecológica
Leche de coco sin azúcares en brick
450 gr de yogur griego sin lactosa natural
1 lata de leche de coco
5 hojas de gelatina
Dulce de leche paleo de chef bosquet
Pasos
- Ponemos la lata de leche de coco y las varilllas en la nevera
- Las galletas de paleomoderna son ideales para la base de esta tarta. No tenéis que preocuparos mucho por que os queden más o menos bonitas porque las vamos a triturar hasta hacerlas un polvo fino que mezclaremos el ghee derretido pero no caliente. Tenemos que conseguir una masa pegajosa con la que forraremos el fondo de un molde de tarta. Llevamos al frigorífico y dejamos enfriar.
- Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría, mientras tanto calentamos los 125 ml de leche de coco de brick durante 1 minuto en el microondas. Colamos la gelatina con ayuda de un colador y mezclamos con la leche caliente. En este momento es muy importante batir muy bien para que no se formen grumos.
- Incorporamos la mezcla al yogur y cuando este integrado añadiremos dos cucharadas de miel y seguiremos mezclando hasta que quede una textura homogénea. Reservamos.
- Sacamos la lata de leche de coco de la nevera y nos quedamos con la parte sólida. Batimos con las varillas hasta que consigamos montarla. Añadiremos la leche de coco montada a la mezcla anterior con movimientos envolventes para conseguir mucha cremosidad.
- Separamos 1/3 parte de la mezcla y apartamos. Sacamos el molde con nuestra base sólida de la nevera y vertemos la masa encima.
- la masa que hemos separado le añadimos una cucharada de dulce de leche y removemos bien. La masa adquirirá un precioso color caramelo. Verteremos esta masa sobre nuestra tarta con movimientos circulares y con ayuda de un palito iremos mezclando las dos bases para hacer un dibujo bonito. Envolvemos en papel film y dejamos reposar mínimo 4 horas (yo la dejo doce horas o más)
- Imaginación al poder para decorar. Yo he usado unas cerezas que he bañado en chocolate negro y fruta seca. Podríamos poner fresas, frutos rojos, kiwi, nibs de chocolate negro… No hay límites, todo es experimentar.
Consejo de Nur
- Dos consejos a precio de uno: La masa podéis cambiarla por una mezcla de un plátano macho y 70 gr de ghee (batimos, ponemos en la base del horno y horneamos a 170 grados unos veinte minutos y dejamos enfriar bien antes de poner el cremoso de yogur encima) o, si no tenéis horno, podéis triturar un 100 gr de frutos secos variados con una cucharada de miel y dos dátiles, quedará también una textura pegajosa con la que cubrimos el fondo del molde y dejamos enfriar. Esta misma tarta puede hacerse de muchos sabores. Si en lugar de la cucharada de dulce ponemos una cucharada de compota de frutos rojos cambiaremos completamente la tarta, igual con cualquier tipo de fruta o incluso con chocolate negro.