Sabéis que en Madrid podéis encontrar un restaurante de cada tipo, desde bengalí, a coreano, egipcio o etíope… y todos mantienen su cuota de mercado durante el año, aún sabiendo que su popularidad es cíclica, y en la capital todo se mueve por modas.
Pasamos de los hindús, a los mexicanos, de los mexicanos a los japoneses, de los japoneses a los peruanos y luego al ramen. Actualmente la cultura gastronómica está un poco ligada al nuevo orden “post pandémico” y lo que se lleva es pedir comida en casa de cocineros estrella Michelín como Dabiz con el Goxo, Mario Sandoval con Coquetogo o kabuki en casa de Ricardo Sanz.
A mi el Ramen, aunque ahora esté aflojando su explosión y expansión, sigue cautivándome. Creo que es, si no mi plato favorito actualmente, uno de ellos seguro. El problema es que Ramen sin gluten ya es difícil de encontrar… y si hablamos ya de una opción con fideos sin cereales no os quiero ni contar, así que me he acostumbrado a hacerlo yo en casa.
¿Qué es el ramen? Pues no es más que una sopa de fideos muy extendida en la cultura gastronómica de Japón, pero de origen Chino. En Tokio vais a encontrar muchísimos locales de Ramen, muchos más que de sushi, dónde en la puerta hay unas máquinas en las que seleccionas el tipo de ramen que quieres tomar (tienen muchísimas variedades según la base de caldo que se use y los ingredientes que se añadan) y comes en una barra larga en la que solo hay gente sorbiendo rápidamente su sopa para salir corriendo de nuevo a trabajar. El verdadero secreto de este plato está en el caldo que utilicemos, cuanto más sabroso sea, más buena será esa sopa asiática diseñada para calentar cuerpo y alma.
Ramen keto
Plato: SopasCocina: keto, chino/japonesaDificultad: MediaIngredientes
1 zanahoria
200 gramos de espinacas
4 dientes de ajo
1 litro de caldo de pollo casero
1 cucharada de aceite de oliva virgen
1 cucharada de jengibre rallado
1 cucharada de aminos de coco o salsa tamari o soja fermentada
110 gramos de setas shiitake
1 pack choi
100 gr de fideos de shirataki (podéis elegir espagueti o bien tallarines)
2 cucharadas de cebollino picado
2 cucharadas de copos de alga wakame
Pasos
- El día anterior yo preparo un caldo de pollo con dos carcasas y algunas verduras (apio, puerro, zanahorias, rábano..) en la crock pot durante unas 15 horas (si no tenéis crock pot preparad un caldo de pollo con todo el cariño del mundo, fuego muy bajito y un par de horas de cocción. Tal y como os he dicho antes la base de este plato es tener un caldo sabroso.
- Con nuestro caldo ya terminado empezamos a elaborar el ramen. Para ello calentamos una cucharada de aceite de oliva en una olla a fuego medio y cuando esté caliente, añadimos los dientes de ajo picados y el jengibre rallado y sofreímos unos pocos minutos, revolviendo a menudo para que no se quemen.
- Añadimos las setas shiitake, la salsa aminos y damos un par de vueltas. Añadimos el caldo de pollo y 3 vasos de agua.
- Calentamos a fuego fuerte hasta que llegue a ebullición, reducimos la temperatura y cocinamos a fuego lento otros 10 minutos, hasta que las setas se hayan ablandado. Mientras tanto vamos lavando bien nuestros espagueti o tallarines shirataki.
- Picamos las espinacas y el pack choi y pelamos y troceamos las zanahorias muy finamente. Justo antes de retirar añadimos los fideos shirataki solo un momento para que tomen temperatura.
- Servimos muy caliente y decoramos con cebollino picado, copos de alga wakame (debéis dejar que se haga solo con el calor de la sopa) y 1 huevo duro partido por la mitad.
Consejo de Nur
- Yo utilizo estos fideos shirataki que compro en Amazon.