Ya hace días que compartí mi primer pastel de queso keto con vosotros, pero hasta ahora he estado dudando de si subir la receta o no… ¿Por qué? Bueno digamos que estaba buscando los ingredientes más aptos ya que este pastel lleva queso crema y es algo que no os gusta nada que use (al menos a la facción más purista de mis seguidores). Os voy a ser sincera, es muy complicado hacer un cheesecake sin cheese (sí con anacardos pero entonces me paso de carbohidratos y ya no es apto para keto), así que investigando y visitando un par de tiendas encontré un queso cremoso (no queso crema) con unos ingredientes muy aceptables. Se trata del queso Cremoso Ecológico Casa Grande de Xanceda ( y no, los señores de Xanceda no me pagan, pero si me enviaran un lote de sus productos yo encantada, ¿eh?), que en un principio me parece una opción aceptable para una ocasión especial (como debe serlo este pastel de queso).
Ya veréis que es muy sencillo de hacer y, la verdad, cunde mucho. Nosotros lo hemos tenido en la nevera unos cuantos días porque con un trocito estas saciado. Al final en la contención está el secreto.
Aclarados todos los puntos anteriores toca volver a ponerse el delantal. Hoy cocinamos pastel de keto, perdón de keso, ¿de queto? 😉
Pastel de keto… perdón queso 🙂
Plato: Postres y dulcesCocina: Keto, Sin glutenDificultad: MediaIngredientes
175 gr de nueces pecanas
2 cucharadas de ghee (mantequilla clarificada)
Estevia líquida
2 tarrinas de queso cremoso (en mi caso Casa Grande de Xanceda)
la parte sólida de una lata de leche de coco
2 huevos
Rayadura de limón
Extracto de vainilla
Chocolate negro para decorar
Pasos
- La noche antes ponemos nuestra lata de leche de coco en la nevera para conseguir mayor parte sólida y que esta luego monte bien.
- Primero haremos la base de nuestro pastel, para ello pondremos en el vaso de la batidora o similar las nueces pecanas a la que le añadiremos el ghee y unas gotas de estevia líquida. Trituremos bien y pondremos como base (apretando bien y sin dejar huecos) en el fondo del recipiente que vayamos a utilizar para nuestro pastel.
- Horneamos la base por unos ocho minutos (en un horno precalentado a 175 grados). Retiramos y dejamos templar
- Sacamos la lata de coco de la nevera y retiramos toda la parte sólida, añadimos esencia de vainilla (y estevia si es necesario) y levantamos con ayuda de unas varillas. Incorporamos los huevos y la rayadura de limón sin dejar de batir, y finalmente incorporamos el queso crema, ahora sí con movimientos envolventes con ayuda de una espátula.
- Volcamos nuestra mezcla sobre la base de nueces pecanas y volvemos a introducir al horno y cocinamos a 150 grados por unos 35-40 minutos (debemos ir observando que no se queme).
- En esta tarta es muy importante que se vaya enfriando paulatinamente dentro del horno y no la retiremos hasta que esté totalmente fría.
- Fundimos chocolate negro y decoramos al gusto (en mi caso con líneas asimétricas). Dejamos reposar en la nevera unas 12 horas.
- Servimos acompañadas de frutas rojas como arándanos y con un buen té chai calentito. ¿No se os calienta el corazón?
Consejo de Nur
- Me decís que os cuesta mucho montar la parte sólida de la leche de coco, así que os voy a dar unos truquis: es importante que esté muy fría, de manera que lo mejor es dejarla una noche antes en la nevera. Sería ideal también si habéis dejado mínimo media hora el bol dónde la vais a poner y las varillas en frío también. Cuando la cojáis de la lata coged solo y exclusivamente la parte sólida, si veis que por coger más vais a poner líquido en el bol no lo hagáis porque se monta mucho peor. Por último, no añadáis peso a la mezcla. Un poco de miel, un poco de vainilla o estevia y ya, o pesará y no montará bien. Esta nata de coco la podéis usar para mil postres y siempre es una idea fantástica para decorar una tarta fría.