Lo cierto es que el Capitán Pescanova nunca amarró su barco en mi casa familiar porque mi madre no compraba ese tipo de productos congelados. De hecho creo que puedo afirmar, casi sin miedo a equivocarme, que la primera vez que comí un palito de merluza fue en la residencia universitaria y me horrorizó (al igual que las croquetas congeladas o el calamar “a la romana”).
Creo que precisamente desde mi etapa universitaria he aborrecido este tipo de productos. Incluso antes de mi celiaquía, antes del blog, antes de Barriga Sana yo no probaba ninguno de esos corchos rebozados que se venden en vistosas bolsas de la sección de congelados.
Hoy por hoy los hago yo en casa y, si bien no creo que sean jamás mi plato preferido, si es cierto que han ganado bastantes puntos para estar en nuestras cenas esporádicamente.
Lo importante de todo esto es que a la peque le encantan…
Palitos de merluza sin gluten
Plato: PicoteoCocina: paleoDificultad: Media10-14
porciones15
minutos35
minutosIngredientes
1/2 kilo de merluza
2 huevos
4 cucharadas de almidón de yuca
4 cucharadas de harina de almendras
sal
Pimienta a gusto
Aceite de oliva virgen extra
Pasos
- Cortamos la merluza en tiras de 8 cms de largo y unos 2 cms de altura. Secamos con ayuda de un papel de cocina y salpimentamos
- En un bol batimos los dos huevos y en dos platos pondremos la harina de almendras y el almidón de yuca.
- Pintamos con un poquito de aceite de oliva un papel vegetal (eso nos ayudara a que nuestros palitos no se sequen tanto) y reservamos.
- Con paciencia vamos rebozando nuestros palitos de merluza: primero en almidón de yuca (cubriendo bien), posteriormente en huevo y por último en la harina de almendras. Pondremos nuestros palitos sobre el papel vegetal.
- Horneamos durante unos 35 minutos en horno precalentado a 175 grados o hasta que los palitos presenten un aspecto crujiente y dorado. Podemos darles la vuelta cinco minutos antes de retirar para que tengan un aspecto similar por ambos lados.
Consejo de Nur
- Podemos servir nuestros palitos de merluza con mahonesa o salsa tártara. Ninguno en casa podrá resistirse.
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