Tras los comentarios que ha suscitado en mi cuenta y en otras cuentas el si se debe o no se debe compartir tanta receta dulce “saludable” o si es compatible fomentar un estilo de vida saludable y hacer Ferrero Rocher caseros, me he replanteado un poco la filosofía del blog.
Si miro hacia atrás, es cierto que este verano habéis tenido dulces por doquier, pero es algo normal porque estaba fuera de casa y solo se me dejaban acceder a la cocina para hacer los postres. Yo solo comparto cosas que cocino y si no estoy haciendo otros platos no puedo “inventar” recetas nuevas.
Por otra parte tengo mi pequeño rinconcito de ego. Este blog ha crecido poco a poco y ahora tengo el orgullo de deciros que estamos en más de 25.000 visitas de 17.500 diferentes personas solamente en el mes de Agosto (un mes que de por si siempre es bajo en las visitas a publicaciones) y eso es básicamente gracias a las recetas de panes, pizza y tartas. Sé que reducir la publicación de este tipo de elaboraciones supondrá una bajada de visitas importante y eso me duele un poquito.
El blog es un arma de doble filo para mi. Yo lo cuido muchísimo, dedico muchas horas de trabajo a él, las recetas no salen a la primera, gasto ingredientes, tiempo, energía… y aunque es mi carta de presentación, el marketing personal de barriga sana que os ha acercado a muchos a mi consulta, también es foco de críticas, de envidias y de, en algunos casos, ofensas de carácter personal. No importa, tengo ya esa edad en la que lo que opinen los demás si es destructivo, me importa un comino, pero quiero tener una ventana abierta a todo el mundo, a los que aman los dulces pero también a los que quieren una receta de cuchara o un primer plato de vez en cuando.
Por todo lo anterior, que yo cojo un teclado y me enrollo como una persiana, he decidido que, a partir de hoy, las recetas de los miércoles serán saladas, desde panes, hummus, crackers, pizzas, ensaladas, cremas de verduras a guisos de carne o pescados al horno y las recetas de los domingos serán dulces, así paz y después gloria ¿qué os parece?.
Inauguramos pues nuestros miércoles de dulce con unos heladitos que he hecho este fin de semana para la señorita que está en keto (osea moi!) y para el resto de los miembros de esta casa. Tanto la keto como los no keto han disfrutado mucho con ellos, así que tenía que enseñaros a hacerlos.
Helados de mascarpone y yogur (ceto)
Plato: PostreCocina: Cetogénica5
porciones15
minutos1
horaIngredientes
200 gr de queso mascarpone
2 cucharadas de yogur griego (mejor de leche de cabra pero va a gustos)
1 cucharadita de vainilla
Estevia líquida
60 gr de frutos secos (almendras, nueces, avellanas)
Mantequilla de pasto
Chocolate negro al 85% o frutos rojos para decorar
Pasos
- Lo primero que vamos a hacer es poner el queso mascarpone en un bol y le añadiremos el yogur griego, la estevia y la vainilla. Batiremos bien con ayuda de unas varillas
- En un procesador de alimentos pondremos los frutos secos junto con una cucharada de mantequilla de pasto (para quien lo prefiera podéis usar aceite de coco) y picamos bien hasta obtener una masa pegajosa.
- En unos moldes de silicona pondremos una base de frutos secos que aplastaremos bien para que se peguen al fondo. Encima verteremos nuestra mezcla de mascarpone y yogur y golpearemos para que se reparta bien.
- Llevaremos al congelador mínimo una hora
- Es mejor que pasen unos diez minutos fuera del congelador antes de consumir. Podéis decorarlos con frutos rojos o fundir chocolate negro al 85% junto con un poco de mantequilla a golpes de 30″ en el microondas y bañarlos directamente sacados del congelador. El chocolate endurecerá y la mezcla será una explosión de sabor.
Consejo de Nur
- Otra opción es que los frutos rojos o los trozos de chocolate negro los introduzcáis antes de congelar la mezcla. A quien le gusten los “trocitos” estará encantado de comerlos.
- Molde que podéis usar