Semana con viaje a Córdoba (con los mejores amigos del mundo) incluido. Esto hace que tengamos menos entradas que de costumbre y además no hemos cometido nuestros pecados semanales, pero a cambio hemos descubierto un restaurante maravilloso en el que salir a cenar y seguir siendo paleo. ¿Vemos el menú semanal juntos?
Desayunos
Cinco desayunos para los cinco días laborables de la semana. Como siempre casi todos basado en la ensalada de hoja verde más proteínas de origen animal (atún, bacon, lacón, huevo plancha o tortilla) con la excepción del desayuno goloso de la semana, un porridge de coco, plátano y frutos secos con chia, fresas y flores de chocolate y naranja. Llevo semanas tomando solo té con leche vegetal. Le añado jengibre y canela y ni el de la mejor cafetería del mundo puede superarlo.
Platos principales
Esta semana el equilibrio entre carnes y pescados me ha quedado perfecto 😉 En cuanto a las carnes tenemos pimiento asado relleno de carne picada con hinojo y cilantro y acompañada de una ensalada con manzana y persimon e higado a la plancha con manzana y sopa de pepino. Para el pescado hemos optado por merluza y sardinas. La primera rebozada con almendras y cocinada al horno y las sardinas maceradas en una salsa picante y servidas en una ensalada con lechuga morada, pepino y zanahoria y crema de puerros y calabaza. Por último, para el domingo detox un carpaccio de calabacín y pepino y crema de verduras y cilantro.
Además de todo lo anterior esta semana hemos horneado un pan de nueces y arándanos que hemos usado tostado para acompañar alguno de los desayunos.
Barriga viajera
Por último solo nos queda hablaros de un restaurante muy especial que visitamos en Córdoba. Se llama La Regadera y es el estandarte una cocina fresca y divertida que reinterpreta clásicos de la mesa cordobesa tradicional pero además se atreve con platos importados de otras cocinas más exóticas.
Solo hice foto de los primeros, un steak tartar muy especiado, ensalada de espárragos y jamón, ceviche de corvina y pez mantequilla macerado.
Además también probamos un cochinillo espectacular con meloso de patatas, magret de pato acompañado de compota de frutos rojos y un bacalao confitado, con alcachofas y sus propios callos. Todo sin gluten y sin lactosa y con una base de producto, producto y producto. La creatividad es muy buena, pero si falla la materia prima nada funcionará correctamente.
Con esta recomendación acabamos con la entrada de hoy, os vemos el miércoles con una nueva receta. No faltéis a la visita.
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